Como está escrito - Marcos 1:1-8

Una palabra despectiva se usa para describir a un producto de mala calidad que es una copia barata del original. El evangelio, el mensaje de salvación para la humanidad, no es exento de ser falsificado; de hecho, el mismo Señor Jesucristo nos advirtió que vendrían falsos profetas: Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. Mt.24:24. En Marcos 1:1-8 aprendemos tres características del Evangelio en su forma original. Evangelio es una palabra que viene de Isaías 61:1-3 y describe al mensaje de salvación de Dios para toda la humanidad en Cristo Jesús.

La primera la encontramos en el v.2: Como está escrito. El Evangelio original se basa en la Palabra escrita de Dios. Al principio del ministerio de Jesús, en Mt.4, le vemos citando 3 veces la Palabras escrita de Dios para resistir al tentador. 1.Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. 2.Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios. 3.Escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. Siendo Jesús la Palabra encarnada de Dios (y el Verbo era Dios – Jn.1:1) nos muestra que el único medio por el cual podemos agradar a Dios es la Palabra escrita de Dios. Así lo dice también el apóstol Pablo en 2 Timoteo 3:16-17: Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. El gran contraste con el evangelio falsificado es que este último enseña desde una incorrecta interpretación del texto bíblico, como también desde una mínima cantidad de pasajes bíblicos, y peor aún, desde fuentes ajenas a las Escrituras, cuyos mensajes ni siquiera concuerdan con la Palabra escrita de Dios.

La segunda la encontramos en el v.4: arrepentimiento para perdón de pecados. El Evangelio original predica a los hombres la necesidad de arrepentimiento. La palabra arrepentimiento significa aquí un cambio voluntario de actitud que resulta en una manera diferente de ver las cosas y de conducirse. El Evangelio original estipula que se efectúe un cambio de mente y corazón antes de que la persona esté calificada para participar del reino. Jesús mismo también lo enseña claramente: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio. Los hombres y mujeres piadosos ven perfectamente que la voluntad de Dios para aquellos quienes han de ser salvos viene en 2 acciones supremamente importantes: 1.arrepentirse, y 2.creer en el evangelio. Así como nadie puede ser salvo solamente arrepintiéndose y no creer en el evangelio; tampoco nadie puede ser salvo solamente creyendo en evangelio y no arrepintiéndose de sus pecados. El gran contraste con el evangelio falsificado es que este último ya no predica el arrepentimiento como un elemento básico para la salvación; solo enseñan a creer en el evangelio y aceptan una vida de pecado como algo que no se debe ni se puede cambiar.

La tercera la encontramos en el v.7: viene tras mí. El Evangelio original señala únicamente a Cristo como quien libra del poder del pecado. De acuerdo con 1 Timoteo 2:5: Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre. El Evangelio original enseña que el todopoderoso Jesucristo obrará en el corazón del hombre arrepentido, v.8: él os bautizará con Espíritu Santo; y hacer posible la perfecta santidad de los hijos de Dios: la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado… él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 1 Juan 1:7-9. El Evangelio original enfatiza en la palabra y obra de Jesús como el medio único y suficiente para la salvación del hombre. El gran contraste con el evangelio falsificado es que este último enseña a creer en Cristo, pero no enseña a deshacerse de la idolatría que se le rinde al egocentrismo y orgullo, cuyo resultado enfatiza entonces en lo que el hombre hace para Dios. Alejémonos de las mentiras piadosas respecto de la doctrina de Dios; si no está en la Biblia, entonces no lo ha dicho el Señor.